jueves, 14 de junio de 2007

Los colores de la pasión

Durante estas últimas semanas he vivido multiples experiencias de pasión. Para sorpresa de muchos ninguna relacionada con la procreacion y conservacion de la especie. He visto las caras de la pasión humana y me he enamorado de ella.
El documental "Cuba, verdad de una utopía" me puso en contacto con la pasión de las ideas, que es capaz de perdurar tanto y sin hastio, que a esos soñadores que protagonizaban la historia, todavía les alcanzaba para trascender, cincuenta años después. Pues la pasión de las ideas es emoción por la verdad y ese régimen jamás se nos va a derrocar. El verdor de esta pasión añeja me impresionó profundamente.
Luego otra historia de pantalla, el documental "Oscar" un loco, trovador del collage y subversivo taxista, que dedicaba sus horas de ocio a ironizar la publicidad que nos abomba la vista y el corazón cuando vamos por la calle. ¡Qué pasión más rabiosa la pasión indignada! Cuando lo que deberia ser, no es y no nos aguantamos la bronca de calarnos el mundo así como viene. Me divirtió y hasta me contagió esta pasión de fuego.
Un buen amigo me propuso ir a una marcha en protesta por la caza indiscriminada de ballenas. Nunca había hecho algo así pero fue una bella experiencia. Se suponía que íbamos a ser "un océano de amantes de las ballenas" sólo llegamos a "charco feliz" pero me conmovió el corazón la pasión de esta gente. Marchando enardecidos, inmolados en el bochorno de ir por la media calle gritándole a la gente su verdad y convencidos de ser la voz de aquellos (¡tantos!) que no pueden hablar por si mismos o cuyo lenguaje es incomprensible o indiferente para nosotros. Esta pasión tierna y solidaria, ingenua y llena de esperanza me cautivó, con su índigo que viene del futuro para enseñarnos a vivir en paz.
¡Que tierna, invencible, rabiosa e ingenua es la pasión humana! Ojalá que nada sea capaz de acallarla, ni la comodidad, la fe o la desesperación.